Salvador es mecánico y en 2020 recibió la noticia de que tenía cáncer de recto. “Después de algunas semanas con dolor y que me hayan dicho que tenía hemorroides, mi médico de cabecera me mandó a hacer una colonoscopía. Ahí descubrí que había manchas grises en el recto y fue cuando me derivaron con el doctor Nicolás Avellaneda”, comentó y agregó: “Tuve una entrevista con él y fue muy buena. Además de ser un buen médico, proctólogo, cirujano, es psicólogo, extremadamente humano, cálido y compañero”.
Luego de esa primera consulta Salvador llevó adelante un tratamiento oncologico consistente en quimioterapia con pastillas y radioterapia, ya que el tumor se encontraba muy cerca del ano, y “segun el Doctor Avellaneda, en un porcentaje de pacientes luego de este primer tratamiento el tumor desaparece y uno puede no operarse y realizar un seguimiento” Salvador destaca que dentro del equipo del Dr. Avellaneda no está solo él, sino que también hay enfermeras, nutricionistas, oncólogos, radiólogos, entre otros, fundamental para abordar estas enfermedades de forma multidisciplinaria.
“Una vez que terminé con eso lo fui a ver, y el doctor me dijo que se había reducido, pero no había desaparecido, por lo que lo mejor era operarme”, relató Salvador y continuó: “En ese momento le pregunté a Nicolás si podía seguir con el tratamiento oncológico, y él me miró a la cara y me dijo “¿Vos querés vivir, no? Hay que hacer esto para que puedas liberarte de esto”’. Eso me hizo un clic. Le dije que quería vivir y que iba a operarme”.
Fue así como entró a quirófano el 30 de mayo del 2020. Otra de las preguntas que surgieron fue si una cirugía de esta complejidad se tenía que hacer una incisión grande como se hacía antes, o si iba a tener que tener una bolsita (ano contranatura) de por vida, ya que el tumor estaba tan cerca del ano. “Recuerdo que me miró y me dijo que sabía que estaba asustado y tenía razón, pero que me quede tranquilo que la cirugía se podía hacer por vía laparoscópica minimanete invasiva, y que probablemente iba a poder prescindir de la bolsita, aún siendo un tumor tan bajo. Sinceramente no tengo más que palabras buenas hacia Avellaneda”, prosiguió.
Salvador nunca dejó de trabajar, salvo los días cuando fue operado. Estuvo 3 días internado, dos semanas en reposo y luego continuó con su vida normal. Sin embargo, recuerda que los días previos no fueron fáciles, ya que la noticia de su diagnóstico lo sorprendió. “Dentro de todo lo tomé bien y varias palabras de las que te dijo Nicolás me ayudaron a hacer un clic. Me di cuenta que era yo el que tenía que afrontar lo que me estaba pasando, junto con mi familia, así que no me quedaba otra que ir para adelante”, aseguró.
Luego de la operación y la quimioterapia preventiva postoperatoria, Salvador y Nicolás continuaron viéndose para llevar adelante un seguimiento durante 4 años. “En la operación me sacó la parte del recto que estaba enferma, y me hizo una colostomía perineal,que consiste en sacar el intestino a través de la cola y recortarlo a la semana de la cirugía. Así que tampoco tuve que tener bolsita, como era mi miedo, y gracias a eso hoy puedo tener una vida normal y sin problemas de continencia”, relató.
Al finalizar nuestra charla le consultamos sobre qué mensaje le dejaría a quien esté pasando un momento similar al que le tocó vivir, a lo que respondió: “Si se encuentra en la misma situación que yo en cuanto al cáncer de recto lo que le puedo decir es que haga el tratamiento como corresponde y trate de buscar una persona buena como Nicolás Avellaneda, que no solo te acompañe en el camino sino que esté instruido en todo el tratamiento, no sólo en la cirugía. No tengo dudas de que ese es el camino”.
Hoy en día Salvador se encuentra atravesando nuevamente un tratamiento, ya que le detectaron cáncer de estómago. Si bien no está relacionado a la especialidad de Nicolás, nos contó que “cuando comencé con los dolores de estómago lo llamé a pesar de que sabía que no tenía mucho que ver con mi diagnóstico anterior y que no era su especialidad, pero aún así me atendió, me recomendó hacer una endoscopía y colonoscopía, y así fue que me dieron este nuevo diagnóstico, que es independiente a lo que tuve anteriormente. No solo eso, sino que llamó por teléfono a un especialista en cáncer de estómago para que me atienda lo antes posible. Con él las cosas son así, me operó hace 4 años pero sigue siendo mi referencia a quién acudir”. Por este motivo le deseamos una pronta recuperación.